Tras mostrar cierto letargo hasta la primera mitad del año, en los últimos meses el consumo con tarjetas de crédito, y la colocación de estos plásticos a más personas, cobró mayor intensidad.
La Asociación de Bancos ya había adelantado que, en noviembre del 2010, el consumo mensual con este medio de pago alcanzó el récord histórico de S/. 288 millones, el cuádruple de lo observado el mismo mes del 2009.
Nuevas cifras corroboran este fuerte dinamismo: entre octubre y diciembre del año pasado, el número de tarjetas de crédito de consumo colocado por los bancos se incrementó en 286,971, según la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).
Para el director de Negocios del Segmento Afluente de Visa, Ricardo Tafur, esta expansión refleja el creciente proceso de bancarización en el pais, impulsado por los mayores ingresos que ahora percibe la población.
Ademas, sustentó que el número de comercios que operan con este medio de pago ha crecido sostenidamente en los últimos tiempos, de manera que los clientes han aumentado el uso de esta herramienta para realizar sus compras.
Por otro lado, entre noviembre y diciembre, los bancos incorporaron 132,000 nuevos deudores de créditos de consumo (incluyendo tarjetas y préstamos en cuotas).
El gerente de Tarjetas de Crédito y Medios de Pago del Banco Financiero, Fernando Durán, destacó que el auge económico, que eleva el poder adquisitivo de las personas, y el factor estacional, propio de fin de año, permitieron a los bancos colocar un buen número de plásticos.
“Ha sido una gran campaña (de fin de año), en la que hemos sembrado nuevos tarjetahabientes. En esta época se generan nuevos clientes, y los que ya tienen un producto (tarjeta) consiguen otra”, comentó.
Bajo estas premisas, negó que las entidades financieras estén relajando sus políticas de crédito: “Los bancos hemos aprendido a medir bien el apetito de riesgo de este negocio (préstamos de consumo)”.
Bomba
En la otra orilla, el economista Juan José Marthans sostuvo que la rápida expansión de las tarjetas de crédito y de los préstamos de consumo no se debe únicamente al mayor poder adquisitivo de las personas, sino también al “evidente relajamiento de las políticas crediticias”.
“Esto es delicado pues podría generar una bomba de tiempo que podría explotarle al próximo gobierno durante el segundo semestre del año, si es que el supervisor no corrige este comportamiento”, dijo al manifestar su preocupación por las llamadas telefónicas y cartas con las que los bancos ofrecen tarjetas.
Fuente: Gestión
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